Si en tu proyecto has estudiado la posibilidad de hacer internamente o subcontratar algunas tareas de tu Estructura de Desglose del Trababajo (EDT o WBS en sus siglas en inglés), y finalmente has decidido subcontratar, el siguiente dilema con el que te encuentras es qué tipo de contrato es más favorable firmar con el proveedor.

En un post anterior veíamos los 3 grandes tipos de contratos y su nivel de riesgo. En este post nos centraremos en el Contrato de Precio Fijo.

Un contrato de precio fijo es aquel en el que el cliente y el proveedor firman un precio que no variará. Ni que decir tiene que para que el proveedor (principalmente) esté de acuerdo en firmar un precio fijo, deberá conocer de antemano, a la perfección y en detalle, lo que debe hacer. Si la definición es ambigua, éste no estará dispuesto a firmar un precio fijo (o si se ve obligado a ello, te encontrarás con algunas de las desventajas de este tipo de contrato).

Este tipo de contratos se usan por tanto para subcontratar bienes o servicios con unas especificaciones del producto y un alcance muy bien definido y para el que existe suficiente competencia como para poder determinar un precio razonable antes de la subcontratación.

Es la forma común de comprar bienes (productos físicos) en un proyecto estableciendo un presupuesto cerrado (ordenadores, maquinaria, materiales, etc).

Tanto si actúas como comprador o vendedor, deberás tener en cuenta que el beneficio en este tipo de contratos está incluido en el precio pero el comprador lo desconoce. Si el trabajo cuesta más, es el vendedor quien asume los riesgos. Si cuesta menos es también él quien aumenta sus beneficios.

Como veíamos en un post anterior, el contrato de precio fijo es el tipo de contrato con menos riesgo para el comprador si está bien definido el alcance.

Las principales ventajas de este tipo de contrato son:

  • Implica menos trabajo de gestión para el comprador (comparado con otras tipologías de contrato) una vez redactado el alcance del proyecto
  • El vendedor (proveedor) se ve incentivado para reducir los costes, aumentando así su beneficio.
  • Es un contrato muy habitual y conocido que cualquiera está dispuesto a firmar (siempre y cuando el trabajo a realizar esté adecuadamente especificado y el precio esté en mercado)
  • El comprador conoce el precio desde inicio (que recordemos no variará por lo que nuestro presupuesto global del proyecto estará bajo control)

Por otro lado, las principales desventajas de este tipo de contrato son:

  • El comprador (el que va a subcontratar un trabajo) deberá realizar más trabajo para redactar el alcance del trabajo (que si subcontratara con otra tipología de contrato)
  • Un trabajo subcontratado mediante este tipo de contrato puede resultar finalmente más caro si el alcance está poco claro, ya que el vendedor incluirá contingencias por riesgos (previendo todos los cambios que el cliente le pedirá sobre el alcance inicial).
  • Si el comprador (el cliente, el que subcontrata) negocia un precio fuerte a la baja, el vendedor buscará beneficios en órdenes de cambio.
  • En caso de que incurra en pérdidas el vendedor con el precio acordado, éste puede no completar partes de trabajo o reducir calidades.

Teniendo en cuentas lo positivo y negativo de este tipo de contratos, podremos reconsiderar nuestra elección por esta tipología o elegir una variante del contrato de precio fijo. Las variantes buscan paliar las desventajas permaneciendo en la tipología de contrato de precio fijo.

Aunque hablaremos de estas variantes en otro post, adelantamos cuales son:

  • Contrato de Precio Fijo más Honorarios con Intentivo (Fixed Price Incentive Fee, FPIF)
  • Contrato de Precio Fijo más Honorarios por Desempeño (Fixed Price Award Fee, FPAF)
  • Contrato de Precio Fijo con Ajuste Económico de Precio (Fixed Price with Economic Price Adjustment, FP-EPA)

 

 

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